CORRESPONDIENDO

Hace algunos meses la chica que me ayuda con la limpieza de mi casa me comentó que se casaba el 17 de Noviembre y que quería que la acompañáramos mi esposo, Tyler y yo. Con gusto accedí y me ofrecí a regalarle su ramo. Sin embargo no se por qué extraña razón yo pensé que la Maestría era otro fin de semana y cuando me dí cuenta que era el mismo día que la boda de Vero me sentí muy conflictuada. Por un lado deseaba ir a la boda, pero por otro estaba el compromiso de asistir a mis clases y lo mucho que las disfruto. Le comenté a mi esposo mi situación y me dijo que él podía ir a entregarle el ramo e incluso se ofreció a fotografiarle el evento. Cuando le comenté a Vero que no iba a poder ir a su boda, se puso a llorar y me dijo que le iba a doler mucho que no fuera ya que aunque iba mi esposo, no era lo mismo y me iba a extrañar. En ese momento me dí cuenta de lo importante que era para ella que fuera y aunque mi sentido de responsabilidad siempre ha sido muy grande decidí dividir mi tiempo y asistir sólo a la fiesta ya que a la misa me era muy complicado llegar.

Mi esposo, después de la misa, pasó por Tyler y por mí y cuando llegamos a la fiesta Vero se puso muy contenta de vernos, incluso nos había reservado unos lugares especiales, y le había conseguido una pelota a mi Tyler para que jugara. A la hora del brindis Vero buscó mi mirada y ahí me di cuenta de que fue lo correcto haber decidido acompañarla. Disfruté mucho de la fiesta, además de que comimos delicioso: tamales, barbacoa, arroz, frijoles y nopales acompañados de su respectiva chela.

Aprendo mucho de esta experiencia, primero que me cuesta mucho trabajo tomar decisiones cuando hay responsabilidades de por medio, recuerdo que cuando iba en Primaria sufría de sentirme enferma ya que eso me iba a implicar faltar. También aprendo lo importante que es saber corresponder al cariño de los demás, a veces no respondo adecuadamente a lo que otros hacen por mí y a veces siento que los demás no responden como yo quisiera a lo que yo hago por ellos; creo que es un equilibiro difícil de lograr y sin embargo este fin de semana creo que por unos instantes lo pude lograr.

SOBRE LA AMISTAD

Ayer tuve en reecuentro maravilloso con una amiga con la que hacía tiempo no compartía y cómo aprendí de dicho encuentro. Le agradezco que me haya recordado que tener amigos es un gran regalo de la vida, que los amigos son espejo de aquello que nos gusta así como de aquello que nos disgusta. Que es importante tener disposición y afecto y que éste puede soportar separaciones siempre y cuando haya un lugar "blandito" a donde regresar. El cariño de una amiga o amigo es alimento para mi alma y también algo que hay que cuidar y cultivar. Descubro que las amistades siempre han sido un gran refugio y un aspecto fundamental en mi vida, sin mis amigos no sería quien soy el día de hoy. No hay como compartir un café, una risa, una copa, una lágrima, una conversación, un abrazo, un sueño, un proyecto, un viaje y tantas y tantas cosas con un amigo.
Hoy, de nuevo, bendigo a mis amigos. ¡Gracias por estar conmigo!

EL JUEGO DE LA VIDA

Después de leer algunos blogs varias ideas dan vueltas en mi cabeza: el milagro de la vida, juegos y risas, viajes, pérdidas, compañeros de vuelo, amor de pareja, amistad.... Y aprendo mucho de cada uno de ustedes, de lo diferente, de lo divertido, del amor, del dolor, del gozo, de los retos, de la amistad, del placer, de cada aspecto de la vida misma. Si hay algo que día con día aprendo es que la vida es un juego y que de mí depende que tan divertido o aburrido quiero que sea. Hoy quiero divertirme, reir, jugar, disfrazarme, cantar y ser cada día un poco más niña.